Cualquier informe que aporte pistas de cómo va la economía española vale su peso en oro a menos de dos semanas de las elecciones generales. Y lo que deja entrever el último boletín del Banco de España, que recopila indicios de cómo ha arrancado el año, no es precisamente alentador: "Los datos más recientes apuntan a una desaceleración algo más pronunciada de la actividad al inicio de 2008, en un entorno en el que se intensificaron las tensiones en los mercados financieros internacionales".
La ralentización del consumo, el parón en la construcción de viviendas y los primeros síntomas de flaqueza en el mercado laboral concentran la atención del Banco de España. El PIB creció a una tasa anual del 3,5% en el cuarto trimestre de 2007 frente al 3,8% del trimestre anterior, según la última estadística publicada. La valoración preliminar del supervisor indica que la moderación del crecimiento es más intensa en las primeras semanas del año, lo que refuerza los argumentos de los que vaticinan un apreciable enfriamiento de la economía española.
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